Las murallas de Aigues-Mortes fueron construidas por Saint Louis. De hecho, desde el comienzo de su reinado, Luis IX desea tener una salida en el Mediterráneo; es en este contexto que construye el puerto de Aigues-Mortes.

Salvaje y auténtico, la pequeña Camarga es la antítesis de la Riviera con sus playas desiertas, sus tramos de caballos a caballo y su patrimonio histórico. En el corazón de una ciudad fortificada que data del siglo XII, descubra los encantos de esta región del sur de Francia y encuentre un remanso de paz.

 

En la ciudad de Aigues Mortes, explore la magia de las calles medievales y pruebe los sabores típicos de la cocina regional. En quince minutos, sucumbirás al encanto salvaje de la playa de Espiguette. Alrededor de Aigues Mortes, que irradia en la región, llegará en menos de una hora espléndidas ciudades y cargado de historia como Avignon, Arles, Orange, Nîmes, Uzès, Montpellier o Aix-en-Provence.